Durante una actuación pueden desarrollarse rutinas o pautas preestablecidas de acción que pueden ser presentadas o representadas múltiples veces. Las órdenes, por ejemplo, siempre desde el padre hacia el hijo o la hija, y difícilmente encontraremos que circulen en el sentido inverso. Es en este sentido que Goffman conecta la actuación de las personas con la idea de rol: una persona que desarrolla la misma rutina ante un mismo público en diferentes oportunidades, probablemente desarrollará una relación estandarizada con este público.
El establishment
En este sentido, muchas de las actuaciones que hacemos o que observamos tienen lugar en el que E. Goffman califica de establishments. El establishment hace referencia a un lugar cerrado, con barreras para la percepción, donde se desarrolla regularmente un tipo determinado de actividad. Implica un escenario en el que se gestionan impresiones durante la interacción.
Las dos regiones del establishment:
-El fondo o la región invisible para el público: se utiliza para preparar la actuación de una rutina (rol).
-El frente o la región visible para el público: que puede llamarse fachada, y que podemos considerar como símil de imagen. Tiene la función de ofrecer esta actuación al público. La cara visible de la actuación o fachada está configurada por diferentes elementos, los cuales se espera que sean congruentes entre sí:
a) la dimensión física que impone el escenario de la acción (el aula es un escenario específico, con una mesa, varias sillas, una pizarra, etc.);
b) la dimensión personal, que determina la apariencia de los actores (edad, sexo, gestos, etc., un profesor de universidad difícilmente tendrá menos de 20 años, por ejemplo). Esta dimensión personal a la vez está configurada por:
• la apariencia o conjunto de estímulos que nos informan sobre el estatus del actor, por ejemplo, la actitud inquisidora en el caso de un profesor autoritario;
• los comportamientos que nos informan sobre el rol que la persona tiene, que es, en nuestro ejemplo, la acción de proporcionar contenidos teóricos de forma comprensible.
La dimensión pública del comportamiento o fachada tiende a institucionalizarse en función de las expectativas del público ya adquirir un significado y una estabilidad que son independientes de las tareas específicas que los actores lleven a cabo, lo que quiere decir que se convierte en una representación colectiva y en un hecho en sí mismo, que puede ser independiente de lo que realmente ocurre.
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